Saber los tipos de inversionistas que existen en el mercado de valores es esencial para poder elegir el instrumento financiero que más se adapte a tus cualidades personales y expectativas.
Hay tres tipos de inversionistas: el conservador, el moderado y el agresivo. Cada uno tiene una capacidad de riesgo que lo distingue.
Determinar en cuál de ellos encajas es primordial para que haya armonía entre tus decisiones financieras y tú.
Tabla de contenido
Inversionista Conservador.
El tipo de inversionista conservador se caracteriza por tener poca tolerancia a los riesgos que pueden surgir al invertir en los instrumentos que ofrece el mercado de valores.
Su prioridad es asegurar el retorno de su capital invertido, es decir, que su dinero se encuentre en escasez de peligro. Esta situación puede llevar a que las opciones de inversión sean algo limitadas.
Generalmente, este tipo de perfil opta por los instrumentos de deuda, como los bonos estatales y corporativos, las letras y los pagares.
Se inclinan hacia hacia los productos de renta fija que le permiten manejar los márgenes de rentabilidad. Asimismo, suelen elegir instrumentos a corto plazo.
El perfil de conservador suele ser común en personas que están haciendo sus primeros pininos en el mundo de las inversiones y en aquellas que tienen poca experiencia en la materia.
Pero también va a depender sustancialmente de los objetivos que tenga el inversionista, es decir, el para qué está tomando esa decisión y cómo lo piensa lograr.
Hay varios factores que influyen a que una persona no esté dispuesta a enfrentar altos riesgos.
Pero realmente ni la edad, ni los ingresos, ni el nivel intelectual son determinantes para encajar dentro de este perfil de inversionista.
Inversionista Moderado.
El inversionista moderado se enfoca en mantener en equilibrio la rentabilidad y la seguridad al momento de invertir su dinero.
A pesar de ser cauteloso, puede diversificar los productos financieros que elige.
Por ejemplo, ya no solo se decanta por los instrumentos de deuda sino también elige algunos de renta variable.
Además, experimenta con opciones de inversión a mediano y largo plazo porque su horizonte es más amplio.
El capital de la inversión puede ser sustancioso pero los porcentajes de rendimiento aun son considerados moderados.
En esta etapa la persona ya tiene un nivel reconocido de conocimiento y experiencia, lo cual le permite tener mejores elecciones financieras y mayores ganancias.
Inversionista Agresivo.
Este perfil de inversionista agresivo se caracteriza por asumir altos riesgos en las inversiones que elige a cambio de obtener la mayor rentabilidad posible.
Selecciona productos a largo plazo, lo cual lo expone más al peligro pero a la vez le ofrece ganancias más atractivas. No está a la espera de rendimientos inmediatos.
Este perfil se decanta por los instrumentos de renta variable como las acciones de empresas, que tienen una rentabilidad volátil y que puede no estar garantizada.
Posee un alta experiencia acumulada en el mercado de valores, por lo que tiene habilidad para elegir a iniciativa propia las opciones de inversión que más le convengan.
Este tipo de inversionista, también llamado inversionista arriesgado o profesional, no necesita los rendimientos de su inversión y por eso tiene la capacidad de afrontar todos los riesgos.
¿Pero, cuál es el mejor perfil de inversionista?
En realidad no existe un tipo de inversionista que sea mejor que el otro, puesto que estar dentro de un renglón puede depender de muchos factores.
No solo importa la actitud y la aptitud de la persona, sino los recursos que ésta tenga disponibles y las circunstancias que la rodean.
El éxito de un inversor va ligado de manera subjetiva a la satisfacción que este considere lograr en base a su visión personal y a las metas que se plantea.
Ahora bien, cuando se habla de producir dinero, el inversionista agresivo lleva las de ganar, toda vez que obtiene mejores rendimientos de sus transacciones.
Ejemplos de tipos de inversionistas en el mercado de valores.
Veamos algunos ejemplos de los principales tipos de inversionistas: conservador, moderado y agresivo.
Ejemplo I. Inversionista conservador:
María tiene unos recursos disponibles hasta que se acaben las vacaciones escolares de verano de su hijo Juan. En primer lugar, tendrá un horizonte de inversión a corto plazo, que será de uno a tres meses.
Además María se decantará por un instrumento de renta fija que no ponga en riesgo su inversión, ya que estaría en juego la educación de su retoño.
Ejemplo II. Inversionista moderado:
María acaba de vender una casa y tiene un considerable fondo disponible para invertir y obtener ganancias periódicas para su sustento.
Probablemente María invertirá su dinero a mediano o largo plazo en un instrumento de renta fija.
O en cambio, diversificará su inversión en productos de renta fija y variable a la vez.
Ejemplo III. Inversionista agresivo:
María tiene múltiples fuentes de ingreso, algunos provenientes del mercado de valores, además posee unos recursos que no necesita y los quiere poner a producir más dinero.
María tiene un horizonte a largo plazo y elegirá productos de renta variable que maximicen sus ganancias.
Como ves en los ejemplos precedentes, la persona puede tener diferentes horizontes de tiempo en su inversión.
Además, la disponibilidad o necesidad de los recursos que va a invertir varía en cada uno de los casos.
Hoy en día existen herramientas de evaluación que nos permiten determinar el tipo de inversionista que somos sólo con completar un par de preguntas.
No le tengas miedo al mundo de las inversiones y empieza ya.