Sí, el banco pueda llegar al extremo de embargarte por no pagar una tarjeta de crédito pero antes debe llevar a cabo un proceso judicial.
Lo anterior significa que la entidad debe interponer una demanda en tu contra y obtener una sentencia que te condene al pago de lo adeudado por dicho producto.
Ahora bien, cuando se trata de deudas por tarjeta de crédito, los bancos suelen ser un poco más flexibles en lo concerniente al uso de las acciones judiciales.
Para determinar si tu deuda puede llegar a la justicia se deben analizar una serie de factores como la cantidad adeudada, el tiempo de atraso y la forma de cobranza.
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¿Pero, cómo te embargan?
Una vez exista una orden judicial en tu contra, estás sujeto a diferentes tipos de embargos, pudiendo afectarte económicamente de distintas maneras.
Por ejemplo, existen los embargos de dinero o bienes en manos de terceros, los embargos de los bienes muebles en tu poder y los embargos de inmuebles.
Los débitos bancarios por deuda en tu tarjeta de crédito.
Al momento en que adquieres una tarjeta de crédito, el banco te pone a firmar un documento que lo autoriza a realizar débitos a tu cuenta en caso de que le adeudes dinero.
Por ende, si tienes una cuenta de ahorro en el mismo banco donde posees la tarjeta de crédito, es muy posible que éste te descuente dinero de tu cuenta si no cumples con el pago.
Por eso, debes tener en cuenta hacer frente a tus compromisos de pago cada vez que pienses y tengas la posibilidad de ahorrar.
Pero, lo que no puede hacer tu banco de forma instantánea es descontarte dinero de cuentas abiertas en otras entidades bancarias, pues para eso necesita un título judicial.
¿Cómo evitar que te demanden por deuda de tarjeta?
En primer lugar, para evitar llegar a este tipo de situaciones no solo debes tener control de tus finanzas y de tus impulsos de consumo, sino también debes saber usar tu tarjeta.
Si sabes utilizar bien este producto, puede ser tu mejor aliado al momento de requerir crédito.
A continuación te mostramos una serie de tips que te pueden servir de ayuda.
1. Analiza el monto limite de tu tarjeta de crédito.
Generalmente, cuando tienes un buen desempeño con tu tarjeta, los bancos suelen premiarte con el aumento del monto límite de consumo.
Sin embargo, esto no siempre será una buena idea pues para gastar más se necesita tener mejores ingresos. Si es tu caso, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Con mis ingresos actuales, puedo consumir hasta el tope que me brinda mi tarjeta?
- ¿Hasta qué cantidad lo puedo hacer?
- ¿Puedo hacer frente a ese cantidad antes de la fecha de vencimiento del pago?
2. Ten un máximo de dos tarjetas.
Utilizar muchas tarjetas de crédito te puede meter en serios problemas financieros ya que el cúmulo de crédito afecta tu capacidad de pago.
Opta por tener una sola tarjeta, y excepcionalmente dos, siempre y cuando tus ingresos te permitan pagar los consumos que realices con éstas.
Recuerda además, antes de aceptarlas, que estos productos traen consigo unos gastos periódicos por servicios, como comisiones por uso de tarjeta o por retiro en cajeros automáticos y renovación.
3. Evita pagar intereses.
Cuando consumas a crédito, planifica pagar la cantidad total adeudada (balance al corte) antes de que culmine la fecha de vencimiento de pago.
No te acomodes haciendo pagos mínimos o parciales, pues entonces tendrás que hacer frente a la alta tasa de interés que hayas acordado con tu banco.
Estos intereses por financiamiento suelen ser insostenibles toda vez que la tarjeta de crédito tradicional no está diseñada para ser pagada en cuotas, pues para eso existen los préstamos.
4. Evita caer en legal.
Esta situación sucede cuando ni siquiera pagas el monto mínimo de tu tarjeta de crédito. Esto hace que se afecte tu historial crediticio y que aparezcas en los buros de crédito.
Tu caso pasa a un departamento legal interno del banco o una agencia u oficina de abogados externos que se encarga de hacer la gestión de cobranza.
Para que este estado no te cause desasosiego, debes buscar una manera de afrontarlo hasta llegar a una solución.
5. Negocia tu deuda.
Si ya te encuentras en atraso, negocia con tu banco o con la entidad de cobranza externa la forma en que vas a pagar esa deuda.
Hazle un planteamiento real conforme a tus posibilidades, siendo lo más consciente posible de que lo harás por tu bienestar.
No te escondas de tu acreedor, pues no asumir tus obligaciones es lo puede provocar que esa situación llegue hasta las últimas consecuencias, como las acciones judiciales.